Si nos ponemos a pensar, hay un sinfín de prendas para usar, que fueron inventadas para ser utilizadas. Las compramos, las usamos, las combinamos y armamos un maravilloso outfit. Sabemos que no todo nos puede gustar, pero justamente ahí está el punto. A mi no me gusta x prenda de una persona, y a otra persona le sucede lo mismo con nuestro outfit. Pero seamos francos, ¿alguien sale perjudicado porque alguien use X prenda? No. Entonces es ahí cuando juega un rol muy importante la libertad, esa libertad de elección, que nos permite vestirnos como se nos antoje y ser felices porque usar ese outfit nos hace sentir bien. A mi particularmente vestir a la moda me da ánimos, sí, ánimos! Cada vez que abro los ojos a las 6 am, miro mi vestidor y pienso "este va a ser un gran día". Sí, puede sonar tonto, pero mis zapatos, mis carteras, mis ropas, son las que me dan ese "empujoncito" para que comience la rutina. Porque para mí, tener que vestirme, tener que elegir un outfit a la mañana temprano, no es algo tedioso, sino todo lo contrario.
Recuerden que "LIBERTAD" no sólo es esa palabra que repetimos en nuestro himno, va mucho más allá de eso, pero parece que la gente todavía no lo ha comprendido.