Hace 2 hs. y 24" que me quedé sola. Mi novio tiene que trabajar.
Es increíble, sólo le toca trabajar 2 sábados al mes, y ¿Justo este le tenía que tocar?
Pero mi mala suerte no termina ahí. Estuve buscando, buscando y no pude encontrar el pendrive.
Estoy segura de que lo traje, pero no recuerdo dónde lo ubiqué. Eso por hacer las cosas pensando en otras.
Asi que los archivos con los que pensaba hacer los post, no los tengo.
Igualmente, voy a seguir buscando.
La única opción que me quedó fue improvisar. Al final, terminé haciendo uno de mis collages, y tan mal no me quedó...
Les cuento de qué se trata porque no van a entender nada. En el collage incluí (gracias a google y a mi querido photoshop) todos los objetos, las cosas materiales que más aprecio, y que en algunos casos colecciono.
Los paso a enumerar, de izquierda a derecha:
- Libros antiguos, papelería y cartas vintage. Colecciono.
- Camafeos. Me encantan, me pierdo en los mercados vintage buscándolos.
- Relojes dorados. Me obsesionan. Adoro la joyería dorada, en especial los relojes.
- Flores blancas. Al contrario de muchas mujeres, no tengo devoción por las flores, y menos aún me gusta que me las regalen. Pero si adoro las flores blancas, sólo blancas. El jazmín por sobre todo.
- Packaging. Soy la pesadilla de cualquier vendedora. Para que yo compre determinada cosa, deben darse una serie de factores, entre ellos, que el packaging me guste. Puede servirme y que no me guste el packaging del objeto, o viceversa. En esos casos, no lo compro.
- Strass. Me encantan los anillos con strass, los brazalates, todo. Pero lastimosamente, jamás me acuerdo de usarlos.
- Perlas. Adoro los aros de perlas.
- Muñecas de porcelana. Colecciono.
- Muebles antiguos. Me obsesionan.
- Juegos de té inglés. Colecciono.
- Papeles envejecidos. Desde que aprendí la técnica, me la paso envejeciendo papeles O.o
- Domo-Kun. No me gusta, ni me pierde, ni me obsesiona ese bichito. Si me llama la atención.
- Antifaces de aire barroco. Me encantan <3
- Pianos, bibliotecas antiquísimas. Como ya dije, los muebles antiguos me apasionan. Cuando entro a un anticuario, me siento como una niña en una juguetería.
- Máquinas de escribir. Me encantan, en especial las que están pintadas de rosa.
- Chanel. Y acá nuevamente difiero con el resto. Prefiero mil veces Chanel ante que Louis Vuitton. Especialmente me pierden sus carteras, LV me gusta pero hasta por ahí no más.
- El decadentismo y lo barroco. Tengo una gran inclinación por estos dos movimientos. Me gusta absolutamente todo lo que esté relacionado con los mismos.
- Paris. Viajé a Francia cuando estaba en la panza de mi madre, luego en mi niñez, y después nunca más. Espero algún día poder volver.
- Los candelabros, las arañas de techo. Todo eso me pierde.
- Como no me gustan los números impares, voy a hacer una conclusión, a la que seguramente ustedes habrán llegado: Soy 100 veces más feliz en un mercado vintage que en un shopping. Es la pura verdad.
Hice el collage, empecé el post, lo terminé y sigue lloviendo.
El clima acá está HO-RRI-BLE. Llovió prácticamente toda la mañana y parece que el clima no tiene ganas de cambiar. Afortunadamente tengo buena cía.: la biblioteca de mi papá (e internet, claro).
Esa biblioteca que siempre cuando era chica y veníamos de vacaciones en familia, me preguntaba:
¿A quién cornos se le ocurre poner una biblioteca en la casa de verano? Ahora entiendo papá, ahora entiendo.